Un gran Muro: la Traición.

Donald Trump propone el MURO, México lo pagará
Parte II/ MATICES
Es triste reconocer que están llegando a un extremo las decisiones de […] Estados Unidos en el sentido en que los problemas que han ocasionado los latinos en ese país han sido muy vergonzosas [sic] Ellos están tomando decisiones extremas porque, tristemente, los mexicanos están involucrados en cuestiones muy vergonzosas en Estados Unidos, de las cuales podemos nombrar muchas… ¿verdad? Entonces, creo que… son los mexicanos los que se quieren pasar de listo [sic] en los supermercados; son los mexicanos los que tiene mala fama… ¿verdad? Y… tristemente, es una de las consecuencias. Ahora, yo estoy segura que si Estados Unidos ha aplicado la Ley, esto ha beneficiado para mantener un orden social, cosa que aquí no hemos logrado: aplicar la Ley, educar a la ciudadanía, instruir a los ciudadanos […].
(Iris Aguirre Borrego, Diputada plurinominal del Partido Encuentro Social, Fresnillo, Zacatecas. Hoy conocida como #LadyTrump, 22 de noviembre de 2016)
En el PRI no tiene cabida ni la corrupción, ni la impunidad […]. No debemos ser omisos frente a los casos que indignan a la sociedad […]. Soy un presidente orgullosamente priista, conozco a mi partido y lo amo entrañablemente […]. Sí, vamos por el triunfo […]. En 2018 estará en juego todo lo que hemos logrado, pero no se trata de ganar por ganar, lo que está en juego es el futuro de México.
(Enrique Peña Nieto, durante la instalación del nuevo Consejo Político Nacional del PRI, 27 de noviembre de 2016)
Hacia afuera, silencio y sumisión
En mi anterior entrega, dije que la visita de Donald Trump, en agosto pasado, nos fue de poquísimo provecho. No sirvió siquiera para que el hoy presidente electo de Estados Unidos cambiara el discurso de odio hacia los connacionales. De este lado, quedó claro que la firmeza y la dignidad que un gobernante debe mostrar ante una amenaza externa no es lección aprendida por quien mal-dirige el país. La tibia actitud peñanietista ante el agresor tuvo consecuencias inmediatas: “México pagará el Muro”, reiteró un contundente Trump en los días subsecuentes… y se sostiene.
El mundo se prepara para lidiar con el impresentable que gobernará el poderoso vecino del norte a partir de enero de 2017, por lo que cabe preguntar qué está haciendo al respecto el gobierno de México: ¿guía a la nación hacia un escenario de tranquilidad y certidumbre, o hacia dónde? Vamos, vale preguntar si el gobierno está capacitado para hacer ALGO. Los analistas coinciden que muy poco, por no decir que nada; agregan que la dignidad y la claridad de rumbo brillan por su ausencia; que no se tienen las agallas para decirle al ofensor, como mínimo, que no pagaremos la muralla que propone en la frontera común. El silencio y la sumisión son los sellos de la casa.
Qué diferencia con el actuar de quienes saben representar y defender su país, como la canciller alemana Angela Merkel. Y qué decir del recién fallecido líder cubano, Fidel Castro, quien resistió al Imperio por décadas. Si alguien considera que Merkel reaccionó como lo hizo porque Alemania es una potencia económica y México no, o que Castro actuó como furibundo guerrero porque se enquistó en una dictadura y México no porque aquí tenemos una feliz democracia, queda por cuestionar si la condición de DEBILIDAD EN TODO, como se encuentra la patria, es algo atribuible a Estados Unidos, a Trump, o… ¿a quién?
Hacia adentro, menosprecio y traición
Día tras día, el Estado mexicano confirma que al interior existen afrentas ignominiosas. Trate el ciudadano de a pie de entrevistarse con el Sr. Peña, o con el gobernador de su estado, o acaso con su alcalde. Prontísimo se topará con una barrera de soberbia, que hace al pueblo invisible, inexistente. Trate el ciudadano de demandar justicia y compare entre lo que regularmente recibe, frente a la “justicia” de ensueño que están “padeciendo” los ex-gobernadores de Coahuila, Veracruz, Quintana Roo, y Chihuahua, sólo por mencionar algunos. Desde el Estado se cultiva el menosprecio, la injusticia, y la impunidad.
Me referiré a una afrenta igualmente lamentable, que argumento con las citas al inicio. Se trata del Muro de la Traición. Recordemos que un papel principal de los partidos políticos es fungir como articuladores entre la sociedad y el gobierno. Son los partidos políticos quienes tienen el deber de canalizar necesidades y demandas sociales hacia la arena política, interactuar con los representantes gubernamentales en nombre de la sociedad, y procurar que los acuerdos se traduzcan en políticas públicas. Cuando oposición, los partidos deben vigilar la actuación gubernamental; cuando gobierno, el partido en el poder debe asumir el compromiso de encauzar políticas y acciones en bien de la mayoría. Sin embargo, la nota cotidiana es absolutamente opuesta. Los institutos políticos y sus representantes solamente velan por sus intereses personales y de bancada, y más cuando son gobierno. Se exhiben totalmente alejados de la sociedad.
Dos ejemplos son suficientes:
1. El martes 22, en la tribuna del Congreso zacatecano, la diputada del PES, Iris Aguirre Borrego, afirmó que Donald Trump piensa tomar las medidas antiinmigrantes que ha anunciado porque, “tristemente, los mexicanos están involucrados en cuestiones muy vergonzosas en Estados Unidos, de las cuales podemos nombrar muchas… ¿verdad?”. Es claro que, con esas expresiones, la diputada Aguirre Borrego no está en pro de quienes se supone representa, y más que avergonzarse de lo que afirma hacen los paisanos en el exterior, debiera estar avergonzada de la traición que les impone con sus palabras.
En descargo de la diputada, debo decir que en su intervención de inicio se manifestó a favor de los migrantes, sobre todo los zacatecanos; que las aseveraciones que reproduzco al comienzo fueron hechas en respuesta a una interpelación de otro diputado. No obstante, haya sido por su evidente nerviosismo, su inmadurez, o por las dos cosas juntas, sus desafortunadas respuestas la han dejado señalada.
2. El domingo 27, en el marco del VI Consejo Político Nacional del Partido Revolucionario Institucional, el presidente Peña testimonió la “renovación” del Consejo de ese instituto político, al que tomó protesta. Forman parte del mismo, entre otros, Humberto Moreira, Luís Videgaray, y José Murat. ¿Le suenan los nombres de esos “renovadores”? Queda explícita la prioridad: mantener el poder al costo que sea. Por calendario, empezando en el Estado de México, Coahuila y Nayarit, en las elecciones de 2017, y luego, tener aceitada la maquinaria para las presidenciales de 2018. Y para eso están más que pintados los amigos Humberto, Luís, y José. No hay novedades: los mismos de siempre empalagándose con las mieles de siempre, al cobijo de una institución presidencial que se declara orgullosa de ser lo que es.
Aseveró Peña que en el PRI no tienen cabida la corrupción ni la impunidad, y que no habrán de ser omisos frente a los casos que indignan a la sociedad. ¿Se habrá percatado a quién tomó protesta? Sí, y con ello deja patente que las necesidades del pueblo son irrelevantes. Al partidazo y a su comandante en jefe poco importará volver a engañar al pueblo. Se acordarán de los jodidos durante el proceso electoral, luego, los desecharán… en eso están curtidos. La traición al interés general es su sello.
¿Qué Muro atender?
Propongo que no hagamos tanto caso a los dichos y bravatas de Donald Trump. En estas fechas, el sujeto tiene bastantes problemas internos de qué ocuparse, de manera que su tan cacareado muro vendrá un poco después… si viene.
El peligro no está afuera. El enemigo está en casa. Por décadas hemos convivido con un peligroso muro de traición, producto de un sistema político corrupto que hoy se cae de podrido. El reto es derrumbarlo de una vez por todas, es despertar las conciencias del pueblo golpeado y empobrecido. La tarea es organizarnos y reconocernos como mexicanos. Sólo así conseguiremos ser una nación, fuerte y respetada.

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