Bad hombres y Patriotas… de Nueva Inglaterra

Mauricio Ortega Camberros alto funcionario del periodico la PRENSA de la OEM de Vázquez Raña ya tiene prohibo entrar a E.U por ratero y luego se quejan de lo que Trump le hace a los mexicanos
Nadie me puede decir que plagié mi tesis. […] Que pude haber mal citado o no bien citado a alguno de los autores que consulté, es probable que haya sido así; tendría que aceptar que fue un error metodológico, pero no con el ánimo, de ninguna manera, de haber querido hacer mías las ideas de alguien más.
(Enrique Peña Nieto, Jueves 1 de septiembre de 2016. Diálogo con jóvenes en Palacio Nacional).
–La Universidad Panamericana […] ha revisado el […] proceso de titulación del ex alumno Enrique Peña Nieto. [Respecto al tratamiento de ideas ajenas en su tesis, se encontraron, entre cinco modalidades,] reproducciones textuales de fragmentos sin cita a pie de página ni en el apartado de la bibliografía. [De lo anterior, se] concluyó que: 1) Se trata de un caso sin precedentes […] 2) El Reglamento General de nuestra institución no es aplicable a ex alumnos.3) Estamos frente a un acto consumado sobre el que es imposible proceder en ningún sentido.
(Comunicación Institucional, Universidad Panamericana, 28 de agosto de 2016).
La NFL reportó el robo del jersey del jugador Tom Brady. […] La Organización Editorial Mexicana, señaló al exdirector editorial del periódico La Prensa, Mauricio Ortega Camberros como el responsable del hurto [al que se sumó otro] jersey, un casco de los Broncos de Denver y otros objetos.
–Con la Procuraduría General de la República como intermediario, Ortega Camberros y los representantes legales del jugador llegaron a un acuerdo para que el “periodista” no [fuese a prisión si devolvía lo sustraído]. [E]ste tipo de acuerdos ahora son permitidos bajo el nuevo sistema de justicia penal acusatorio. […] Tras la localización de los objetos, el gobierno de EU canceló la visa del [ladrón].
(Información en medios, 21 y 22 de marzo de 2017).
Muchos mexicanos reaccionamos furiosos a los insultos del hoy presidente estadounidense, Donald Trump, cuando en campaña calificaba como criminales a los paisanos que se aventuran a llegar al país vecino, en busca de oportunidades laborales y mejores condiciones de vida para sus familias. A diestra y siniestra el racista misógino recetó epítetos de “ladrones”, “violadores”, “narcotraficantes”, y otras linduras a todo lo que le oliera a mexicano, o latinoamericano por extensión. Para él, todos los que entran por la frontera sur de Estados Unidos son “Bad hombres”.
Quienes rechazamos esas opiniones imaginamos desde fines del año pasado un pésimo futuro si ese candidato energúmeno llegaba a la presidencia del país más poderoso del orbe. Otros, tal vez identificados y cómodos con las ofensas, se mostraron menos preocupados, llegando a tener la “genial ocurrencia” de ¡invitarlo a casa, a escupir en nuestro propio suelo! Y lo hizo en su visita de agosto pasado, cuando se le trató como todo un jefe de Estado sin serlo. Sí, el Estado Mayor Presidencial y el “Comandante supremo”, a sus pies.
Hoy que Trump es presidente, los apátridas no se cansan de auto-nombrarse “visionarios” por haberle invitado. Ilusamente, creen que es su amigo y hasta—se rumora—, se precian de ser sus consejeros… sobre cómo joder a México, claro.
Pero, ¿tiene razón Trump al decir que desde nuestro suelo les llegan muchos Bad hombres? Porque si es así, ello significa que de este lado nos sobran.
Los hechos nos dicen que, desafortunadamente, así es.
El caso más reciente, el de un supuesto comunicador, con cargo de director en la Organización Editorial Mexicana (OEM), quien de la manera más pedestre que pueda imaginarse, robó una prenda del jugador Tom Brady, de los Patriotas de Nueva Inglaterra, durante la celebración del Súper Tazón LI, en los vestidores del NRG Stadium, en Houston, TX. El ladrón de poca monta fue descubierto por la cadena FOX luego de una inspección de los videos producidos el día del evento. Penoso para los medios de comunicación de México (y del propio Estados Unidos, pues la administración trumpista aprovechó el incidente para burlarse y atizar el encono hacia uno de sus enemigos favoritos: la prensa estadounidense, a la que el gobierno, vía el FBI, fue en su auxilio). Y, por supuesto, suceso penosísimo para todos los mexicanos honestos y trabajadores; de acá y de allá.
Claro, habrá un sector de visionarios que no mostrará la menor preocupación. “Pena no es robar, sino que te agarren”, dirán. Porque, ¿Cuál es el problema que ese sujeto vulgar haya hurtado un objeto material, si hay personajes encumbrados en las altas esferas del poder en México que han robado objetos intelectuales, esto es, ideas únicas e importantes, para hacer “su tesis”, sin reconocer que lo escrito no es de su autoría y, obviamente, sin consecuencias punitivas? ¿Cuál es el problema de hacerse de un jersey ajeno cuando que en el país hay ex-gobernadores, políticos y funcionarios que hacen suyos los escasos recursos públicos y no hay la mínima intentona formal de obligarles a pagar?
Aunque a muchos nos incomode, duela e indigne, tal parece que de este lado los Bad hombres son parte de la cotidianeidad. ¿Aguardamos a que el deteriorado aparato de justicia, o el nuevo Sistema Nacional Anticorrupción vengan en nuestro auxilio, o a que esos errados sean iluminados por la Divinidad para volverse buenos? No lo creo; el cambio, para variar, tiene que venir de los ciudadanos. Reflexionar nosotros qué calidad de país queremos, para luego decidir qué clase de representantes y gobernantes debemos elegir.

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